Repertorio de Ensayistas y Filósofos

Juan David García Bacca

 

Gerardo Bolado Ochoa
Santander, España

En su breve autobiografía exterior, publicada por Anthropos en 1991, un año antes de su muerte, García Bacca concluye con las siguientes palabras: "Salí de España en 1937; volví en 1977. El intervalo, en América hispánica."

"Ausencia: por motivos de conciencia democrática. Vuelta: por el restablecimiento de la democracia en España.
Por la ley de Amnistía se me restituyó mi calidad de catedrático. Con todos sus derechos. Como tenía ya más de setenta años, de jubilación forzosa. Se me jubiló. Me he reintegrado a la vida cultural de España. Y todas mis obras compuestas a partir de 1977 se han editado en España. Y de todas las obras publicadas en América, las ya agotadas allí se han reeditado así mismo en España. Y todas las futuras se editarán en España."

Mi breve presentación de David García Bacca se interesa precisamente por la reincorporación a la vida cultural española de su obra filosófica trasterrada, proyecto este impulsado con la publicación y difusión de sus obras por la editorial Anthropos, obras que no han pasado desapercibidas, como lo muestran las recensiones recibidas. Proyecto este al que han contribuido así mismo los estudios de Abellán (1978), Izuzquiza (1983), Beorlegui (1988), Palacios (1990), entre otros.

La Transición a la democracia en España trajo consigo un proceso de ruptura y recepción filosófica, que ha venido dando de sí mal que bien una nueva institucionalización de la filosofía, nucleada ahora por materias como la Lógica y la Filosofía de la Ciencia, la Filosofía de la Tecnología, La Filosofía del Lenguaje, La Filosofía Moral y jurídico política, la Antropología filosófica, la Estética filosófica, la Filosofía de la Religión, la Historia de la Filosofía, y la Filosofía Española. ¿Qué representa la obra de García Bacca para este nuevo panorama de nuestra institución filosófica? ¿Qué reintegran sus escritos a la vida cultural de España?

Esta perspectiva deja de lado "el intervalo", sus cuarenta años integrado en la América hispánica, su enorme aportación a esa vida cultural y filosófica americana. Porque García Bacca en su exilio no quiso abandonar el suelo nutricio de la lengua y la cultura hispánicas, su actividad docente e investigadora, sus libros y artículos, sus conferencias y traducciones se originan y pertenecen a Ecuador (Quito), a México (UNAM), a Venezuela (Caracas), en cuyas universidades ejerció la docencia, pero también a otros países hispánicos donde enseñó y tuvo seguidores. Esta vinculación de su vida y de su obra a la circunstancia americana queda patente si atendemos al reconocimiento de su labor y de su obra mediante premios, condecoraciones, doctorados honoris causa, etc., en países como Venezuela, Ecuador y México.

Juan David García Bacca nació en Pamplona el 26 de Junio de 1901. La prematura muerte de su padre, el maestro de escuela de origen aragonés Juan Isidro García, le llevó a ingresar muy joven en el Seminario de los Padres Claretianos, con los que hizo el noviciado en Cervera el curso 1916-17. En la misma ciudad catalana estudió Filosofía y Teología (1917-23), para ordenarse sacerdote claretiano (1925) tras dos años de estudios de Moral y Derecho en Solsona. Sus buenos resultados académicos deciden su dedicación a los estudios y la docencia, por lo que es enviado a varias universidades centro europeas para completar su formación teológica, filosófica y científica. En Lovaina tomará contacto con la corriente renovadora de la filosofía tomista, en la que había sido formado. En este periodo pondrá las bases de su formación científica estudiando en universidades como Munich, Zurich, París, etc.

Los años treinta serán de una separación progresiva de sus estudios eclesiásticos, proceso agudizado por la Guerra Civil y el exilio. Se licencia en filosofía en la Universidad de Barcelona en 1934, doctorándose un año después, y con un importante reconocimiento académico, con la tesis Ensayo sobre la estructura lógico-genética de las ciencias físicas. Miembro del Círculo de Viena (1934-6) enseñó lógica matemática y filosofía de la ciencia en la Universidad Autónoma de Barcelona entre 1933 y 1937. En Febrero de 1936 ganó la cátedra de Introducción a la Filosofía de la Universidad de Santiago de Compostela, pero no la ocupó al abandonar de manera precipitada España con el inicio de la Guerra Civil. Muy crítico con el alzamiento franquista, permaneció en París durante las hostilidades, años parisinos de dedicación a la lógica, para exilarse, concluida la contienda, en Ecuador (1939-42), México D. F. (1942-7), y, finalmente, Venezuela, cuya nacionalidad adquirió y donde fijará residencia.

Al morir el dictador volverá a España en varias ocasiones, la primera ya en el verano de 1977. Tanto su persona y su obra serán objeto entonces de reconocimiento por parte de autoridades políticas y académicas, así como de considerable seguimiento de los medios de comunicación. Destacaría el reconocimiento de su obra con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica por la Corona española en 1982, la entrega de la Medalla de Plata de la Universidad Autónoma de Barcelona en 1984, el Acto Homenaje de la Facultad de Filosofía de esta Universidad en 1985 como profesor y primer doctor de la misma, la investidura como Doctor Honoris Causa por la Universidad Complutense de Madrid en 1985, el nombramiento como miembro del Consejo Asesor del Instituto de Filosofía del CSIC en Madrid en 1990, la entrega de la Medalla de Oro del Gobierno de Navarra (1990).

En su Autobiografía intelectual se nos dice que el tomismo de su formación eclesiástica constituyó el núcleo filosófico teológico inicial de su pensamiento. Un tomismo que intentó revitalizar, al modo de las corrientes tomistas renovadoras, conformándolo con los conocimientos filosófico científicos contemporáneos. Sin embargo, su estudio de la lógica, la matemática y la física contemporáneas dejó un núcleo de conocimientos que, lejos de realimentar el pensamiento filosófico teológico tomista, vino a disolver las categorías que lo hacían posible y a convertirse en verdadero centro de reflexión y recreación en todas sus obras. Las ciencias puras y de la materia dominarán en la obra de García Bacca, que accederá a las ciencias histórico sociales por vías filosóficas contemporáneas, desde la ontología del Dasein heideggeriana en un primer momento, y, con posterioridad, desde la crítica de la economía política de Marx, cuyo pensamiento tendrá una repercusión decisiva en su Antropología filosófica. También accederá a la historia desde la estética, entiéndase por tal una peculiar reelaboración filosófica de fuentes populares y literarias. La falta de peso de las ciencias económicas, jurídico políticas y sociológicas en su pensamiento, dará lugar en su obra al predominio de la Antropología filosófica, de la filosofía moral y de la filosofía literaria.

La logística, teorías de fundamentos de las matemáticas (Logicismo, Formalismo, Teoría de Conjuntos) y teoría de números transfinitos, teorías de la materia (relatividad y cuántica) y del cosmos determinan el pensamiento de García Bacca en su paso por el Raciovitalismo, la Ontología del Dasein y las Sendas perdidas, por la Ideología alemana, los Manuscritos... y El Capital, hasta convertirse en su núcleo y principal fuente. La filosofía, que fue la forma de conocimiento vigente hasta el Renacimiento, pasa a ser considerada como antecedente necesario de la ciencia moderna y a quedar reducida a un lugar menor y residual en el pensamiento contemporáneo.

El abandono de un pensamiento lógico-conceptual y sistemático, como es el tomista, la aceptación fundamental de la logística y el pensamiento científico, y el seguimiento de otras filosofías contemporáneas, o el acercamiento a la literatura popular, llevará la obra de Bacca por la vía del ensayo y la conferencia, del comentario y del ejercicio literario-filosófico. El mismo lugar residual del pensamiento filosófico hace improcedente cualquier pretensión lógico-conceptual y sistemática. Esto no impide que en introducciones generales y académicas a la Filosofía, como su Curso sistemático de filosofía actual, obra por cierto escrita bajo influencia de Marx y con elementos de Whitehead, siga una elaborada estructura y se ocupe en definir sus peculiares usos terminológicos. Por lo demás, y como ponen de manifiesto los títulos de sus libros, sus obras se aplican a distintas materias filosóficas como la Lógica y la Filosofía de la Ciencia, la Filosofía de la Tecnología, la Antropología filosófica, la Filosofía del Arte, la Filosofía Moral, la Filosofía de la Religión, la Filosofía Española y la Historia de la Filosofía.

En los años treinta García Bacca se ocupa con intensidad y originalidad de la Lógica y la Filosofía de la Ciencia, materias filosóficas que él enseña en la Universidad Autónoma de Barcelona cuando estaban marginadas por el predominio del Raciovitalismo de Ortega , con su correspondiente recepción de fenomenología y de ontología existencial. El fue el primer filósofo español que trató en artículos y libros de lógica matemática; ya en 1933 escribió para la Enciclopedia Espasa el artículo dedicado a esa materia. Destacaré de entre sus obras de temas lógicos y epistemológicos su tratado Instroducció a la logistica amb aplicacions a la filosofia i a les matemàtiques, considerada por Muñoz Delgado, pese a haber sido poco citada (Bochenski, Ch. Serrus, Ferrater-Leblanc), como un acontecimiento mundial. Trata con competencia temas como la probabilidad, el indeterminismo, las lógicas no clásicas, los métodos axiomáticos y los fundamentos de las matemáticas. A. Trendall dice que su Introducción a la lógica moderna fue usada como libro de texto en Münster, y utilizada por catedráticos como Scholz y Greenwood. La Guerra vino a interrumpir esta labor pionera. Pero mediados los años cincuenta publicará algún artículo en la revista Theoría de Sánchez Mazas, y su obra será conocida por los autores que volverán a desarrollar estas materias en España desde los años sesenta. A principio de los setenta coloca algún artículo en la revista de Garrido Teorema, y publicará su trabajo Filosofía y Teoría de la Relatividad en el número 20 de los Cuadernos Teorema. Digamos que esta parte de su obra ya tiene su historia entre nosotros.

Su Filosofía de la Técnica, que parece partir de la meditación de Ortega, termina por ser un elogio. Nos da una visión optimista de la técnica, identificada como principio civilizador, que no ve su vínculo esencial con el capitalismo, ni su tendencia desequilibradora en lo natural y en lo social, ni tampoco su peligro inherente para la libertad humana. Humanizar la técnica es para él una cuestión de arqueología industrial, de didáctica, consistente en dar a todos los hombres la suficiente cultura científico técnica para que aprecien y vivan perfectamente adaptados en el "paisaje artificial". Los únicos límites de la técnica son los que plantea el cuerpo humano; pero la ingeniería genética puede y debe levantar estas limitaciones a su avance planteadas por la faceta animal, corporal del hombre. Por otra parte, el peligro para la técnica reside en quedar reducida a naturaleza, y aceptar la repetición y la conservación. Frente a la naturaleza, que innova sólo a veces, la técnica es innovación continua.

Bacca se aproxima a una concepción técnica de la ciencia, como parte de un sistema tecnológico. Sin embargo, tiene una peculiar visión de éste, pues separa la tecnología del sistema socioeconómico capitalista. Una idea dominante de su Antropología filosófica es la superación de la propiedad privada; cualquier creación o invención científico técnica son pertenencia de la especie humana. En esta visión social la técnica es motor de la civilización, la gran potencia de humanización de la naturaleza y de la sociedad. Tanto su Elogio de la técnica como su De Magia a Técnica tienen una proyección en el presente panorama.

El problema del hombre, la Antropología filosófica, domina el pensamiento de García Bacca, quien nos ha dejado numerosos trabajos y escritos dedicados a esta materia. Tres ejercicios literario-filosóficos de Antropología elabora su concepción del hombre como altavoz u hombre del renacimiento (1500-1700), como prisma u hombre moderno (1700-1900) y como espoleta u hombre actual, a los que integra en una peculiar visión de la evolución de la especie humana, desde el hombre de Neandertal hasta el hombre actual, espoleta o señor de la tecnología. En Antropología y ciencia contemporáneas elabora desde las ciencias de la materia una serie de categorías implicadas en la Antropología, como causalidad y determinismo, individuo, singularidad y persona, así como modalidades de la existencia (probabilidad). Su acercamiento al tema y al problema del hombre, así como el comentario a otras antropologías contemporáneas como la de Scheler, la de Heidegger o la de Sartre, la encontramos en su Antropología filosófica contemporánea. En su Humanismo teórico, práctico y positivo según Marx comenta los Manuscritos económico-filosóficos del joven Marx. También su Invitación a filosofar según espíritu y letra de Antonio Machado (1967), empieza con un compendio de Antropología filosófica. Estas y otras obras citadas en la bibliografía hacen de García Bacca uno de los autores más relevantes en la Antropología filosófica española de este siglo. En su Filosofía de la Música incluye una antropología musical.

Mediados los ochenta, en un momento en que la escena editorial española registra una serie importante de posicionamientos en Filosofía de la Religión, publica García Bacca su extenso trabajo Qué es Dios y quién es Dios. En efecto, por estos años Zubiri propone su visión ontologista del hombre como experiencia de Dios, Zambrano hace un acercamiento poético, Gustavo Bueno propone un planteamiento materialista en El animal divino.., etc. En este contexto nuestro autor expone una posición materialista y cientista que considera incapaces de comprender de manera actual el tema de Dios a las categorías teológicas propias de las religiones monoteístas. Prescindiendo de la imagen de Dios que se haga el pensamiento cotidiano, la idea verdadera de Dios hay que ganarla desde la ciencia, desde la música y desde la acción humana creadora, pues Dios no es otra cosa que el fondo del universo y no hay más persona divina que el individuo humano creador, que transforma la naturaleza en civilización y, con ello, humaniza el universo y diviniza lo humano.

La Historia de la Filosofía es otra materia en la que se ha aplicado García Bacca con resultados importantes. Sus contribuciones se encuentran desarrolladas en muchos lugares de sus obras donde comenta el pensamiento de otros autores. Pero ha publicado trabajos específicamente históricos, entre los que destacaría su traducción de las obras completas de Platón, y su Nueve grandes filósofos contemporáneos y sus temas. En esta última obra sobresale su peculiar exposición de Ortega, así como la novedad en el panorama español de los estudios de W. James y de A. N. Whitehead, en especial el extenso estudio de la Metafísica del ser actual de este último. Le debemos también un temprano e interesante trabajo sobre los Manuscritos... de Marx, mencionado anteriormente, el titulado Humanismo teórico, práctico y positivo según Marx.

Su extenso y difícil trabajo Filosofía de la Música, publicado en 1990, es la última gran obra publicada en vida del autor. En ella se recoge una teoría de la historia de la Música que la ordena progresivamente en música divina y divinoide (Grecia), música sagrada (400 d. c. al 1600 d. c), música artificial (orquestal moderna) y músicas artificiosas(músicas formalistas: serial y dodecafónica, estructural, estocástica, y electrónica). Incluye, así mismo, una teoría del ser y del lenguaje musical, un estudio de la relación entre la música y los sentimientos, así como una Antropología musical. Concluye con un tratamiento de los categoriales que harían posible la realidad de la música (creatividad, infinidad y totalidad) precedidos de un diccionario de términos o precategorial. En esta obra se pone en relación a la música con las matemáticas, la lógica y la física, y se considera al músico como un medium entre el fondo de la realidad y el resto de los hombres. Su diálogo con autores como Schenker, Schönberg, Adorno, Bloch, S.K. Langer, I. Xenakis, Schnebel, Stockhausen, entre otros, nos da una idea del trasfondo y pretensiones de esta obra, que carece de contexto en el panorama de la Estética filosófica en España.

Su aprecio y confianza en el lenguaje español y el ámbito universal de cultura que soporta, como un lugar de pensamiento filosófico contemporáneo, su decisión por el pensamiento filosófico español, no pretende desvelar esencias originales ni alimentar nacionalismos, sino acordar la vitalidad que se expresa en esos cauces con el presente desarrollo de la cultura dominante, con la tecnología. Lograr que la vitalidad que se expresa en español dé de si su propio orden tecnológico, y de forma humanizada, según el acento utópico de su humanismo social y comunitarista del hombre creador, tal parece ser el norte de obras suyas de filosofía española entre las que destaca Invitación a filosofar según espíritu y letra de Antonio Machado. Hacer hablar y pensar a la lengua española a la altura de los tiempos parece ser la pretensión de un autor que se reconoce en aquella como en su lengua materna.

Gerardo Bolado Ochoa
Santander, España, 1999

 

© José Luis Gómez-Martínez
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