La abolición
de la esclavitud
y el mundo hispano
Ley de la abolición de la esclavitud
en Cuba
13 de febrero de 1880
"Don Alfonso XII, sabed: que las
Cortes han decretado y Nos sancionado lo siguiente:
Art. 1.
Cesa el estado de esclavitud en la isla de Cuba con arreglo á las
prescripciones de la presente ley.
Art. 2.
Los individuos que sin infracción de la ley de 4 de Julio de 1870 se
hallaren inscritos como siervos en el censo ultimado en 1871 y
continuare en servidumbre á la promulgación de esta ley, quedarán
durante el tiempo que en ella se determina bajo el patronato de sus
poseedores. El patronato será trasmisible por todos los medios conocidos
en derecho, no pudiendo trasmitirse sin trasmitir al nuevo patronato el
de los hijos menores de doce años y el de su padre o madre
respectivamente. En ningún caso podrán separarse los individuos que
constituyan familia, sea cual fuere el origen de ésta.
Art. 3.
El patrono conservará el derecho de utilizar el trabajo de sus
patrocinados y el de representarlos en todos los actos civiles y
judiciales con arreglo á las leyes.
Art. 4.
Serán obligaciones del patrono:
-
Primero.
Mantener á sus patrocinados.
-
Segundo.
Vestirlos.
-
Tercero.
Asistirlos en sus enfermedades.
-
Cuarto.
Retribuir su trabajo con el estipendio mensual que en esta ley se
determina.
-
Quinto.
Dar á los menores la enseñanza primaria y la educación necesaria para
ejercer un arte, oficio ú ocupación útil.
-
Sexto.
Alimentar, vestir y asistir en sus enfermedades á los hijos de los
patrocinados que se hallen en la infancia y en la pubertad, nacidos
antes y después del patronato, pudiendo aprovecharse sin retribución de
sus servicios.
Art. 5. A
la promulgación de esta ley se entregará á los patrocinados una cédula,
en la forma que determine el reglamento, haciendo constar en ella la
suma de los derechos y obligaciones de su nuevo estado.
Art. 6.
El estipendio mensual a que se refiere el art. 4º en su párrafo cuarto
será de uno á dos pesos para los que tengan más de diez y ocho años y no
hayan alcanzado la mayor edad. Para los que la hayan cumplido, el
estipendio será de tres pesos mensuales. En caso de inutilidad para el
trabajo de los patrocinados, por enfermedad ó por cualquier otra causa,
el patrono no estará obligado á entregar la parte de estipendio que
corresponda al tiempo que dicha inutilidad hubiere durado.
Art. 7.
El patronato cesará:
-
Primero.
Por extinción mediante el orden gradual de edades de los patrocinados,
de mayor á menor, en la forma que determina el artículo 8º, de modo que
concluya definitivamente á los ocho años de promulgada esta ley.
-
Segundo.
Por acuerdo mutuo del patrono y del patrocinado, sin intervención
extraña, excepto la de los padres si fueren conocidos, y en su defecto
de las Juntas locales respectivas, cuando se trate de menores de veinte
años, determinada esta edad en la forma que expresa el art. 13.
-
Tercero.
Por renuncia del patrono, salvo si los patrocinados fueren menores,
sexagenarios, ó estuvieren enfermos ó impedidos.
-
Cuarto.
Por indemnización de servicios, mediante entrega al patrono de la suma
de 30 á 50 pesos anuales, según sexo, edad y circunstancias del
patrocinado, por el tiempo que faltare á éste de los cinco primeros años
de patronato y el término medio de los tres restantes.
-
Quinto.
Por cualquiera de las causas de manumisión establecidas en las leyes
civiles y penales, ó por faltar el patrono á los deberes que le impone
el art. 4º.
Art. 8.
La extinción del patronato mediante el orden de edades de los
patrocinados, a que se refiere el párrafo primero del artículo anterior,
se verificará por cuartas partes del número de individuos sujetos á cada
patrono, comenzando al terminar el quinto año y siguiendo al final de
los sucesivos hasta que cese definitivamente al concluir el octavo. La
designación de los individuos que deban salir del patronato mediante la
edad, se hará ante las Juntas locales con un mes de anterioridad á la
terminación del quinto año y demás sucesivos. Si hubiere de la misma
edad más individuos de los que deban salir del patronato en un mismo
año, un sorteo verificado entre dichas Juntas designará los que hayan de
salir del patronato, que serán los que obtengan número más bajo. Cuando
el número de patrocinados siendo mayor de cuatro, no fuera divisible por
éste, el exceso aumentará un individuo á cada una de las primeras
designaciones. Si el número de patrocinados no llega á cuatro, la
designación se hará por terceras partes, por mitad, ó de una vez; pero
la obligación del patrono no será exigible sino al final del sexto,
sétimo ú octavo año respectivamente. El reglamento fijará la forma,
método y extensión de los registros y empadronamientos que hayan de
servir para las designaciones.
Art. 9.
Los que dejen de ser patrocinados en virtud de lo dispuesto en el art.
7º, gozarán de sus derechos civiles pero quedarán bajo la protección del
Estado y sujetos á las leyes y reglamentos que impongan la necesidad de
acreditar la contratación de su trabajo ó un oficio ú ocupación
conocidos. Los que fueren menores de veinte años y no tuviesen padres,
quedarán bajo la inmediata protección del Estado.
Art. 10.
La obligación de acreditar la contratación de su trabajo para los que
hayan salido del patronato durará cuatro años, y los que la quebranten,
á juicio de la autoridad gubernativa, asesorada de las Juntas locales,
serán tenidos por vagos para todos los efectos legales y podrán ser
destinados a prestar servicio retribuido en las obras públicas por el
tiempo que según los casos determine el reglamento. Transcurridos los
cuatro años a que este artículo se contrae, los que fueron patrocinados
disfrutarán de todos sus derechos civiles y políticos.
Art. 11.
Los individuos que estén coartados á la promulgación de esta ley
conservarán en su nuevo estado de patrocinados los derechos adquiridos
por la coartación. Podrán además utilizar el beneficio consignado en el
caso cuarto del artículo 7º, entregando á sus patronos la diferencia que
resulte entre la cantidad que tuvieren dada y la que corresponda por
indemnización de servicios con arreglo á lo dispuesto en el artículo y
caso mencionados.
Art. 12.
Los individuos que en virtud de lo dispuesto en la ley de 4 de Julio de
1870 sean libres por haber nacido con posterioridad al 17 de Septiembre
de 1868, estarán sujetos á las prescripciones de aquella ley, excepto en
todo lo que puede serles más ventajosa la presente. Los libertos á
virtud del art. 19 de la expresada ley de 1870 quedarán bajo la
inmediata protección del Estado y obligados á acreditar, hasta que
trascurran cuatro años, la contratación de su trabajo y demás
condiciones de ocupación á que se refieren los arts. 9º y 10 de la
presente.
Art. 13.
Se entenderán que son menores para los efectos de esta ley los que no
hayan cumplido veinte años, si la edad puede justificarse, y en caso
contrario se deducirá ésta por as Juntas locales, en vista de las
circunstancias físicas del menor, previo informe pericial.
Art. 14.
Los patronos no podrán imponer á los patrocinados, ni aun bajo el
pretexto de mantener el régimen del trabajo dentro de las fincas, el
castigo corporal prohibido por el párrafo segundo del art. 21 de la ley
de 4 de Julio de 1870. Tendrán, sin embargo, las facultades coercitivas
y disciplinarias que determine el reglamento, el cual contendrá á la vez
las reglas necesarias para asegurar el trabajo y el ejercicio moderado
de aquella facultad. Podrán también los patronos disminuir los
estipendios mensuales proporcionalmente á la falta de trabajo del
retribuido, según los casos y en la forma que el reglamento fije.
Art. 15.
En cada provincia se formará una Junta presidida por el gobernador, y en
su defecto por el presidente de la Diputación provincial, el juez de
primera instancia, el promotor fiscal, el procurador sindico de la
capital y dos contribuyentes, uno de los cuales será patrono. En los
Municipios donde convenga, á juicio de los respectivos gobernadores, y
previa aprobación del gobernador general, se formarán también Juntas
locales, presididas por el alcalde, y compuestas del procurador síndico,
uno de los mayores contribuyentes y dos vecinos honrados. Estas Juntas y
el Ministerio fiscal vigilarán por el exacto cumplimiento de esta ley y
tendrán, además de las atribuciones que la misma determina, las que el
reglamento les confiera.
Art. 16.
Los patrocinados estarán sometidos a los Tribunales ordinarios por los
delitos y faltas de que fueren responsables con arreglo al Código penal,
exceptuándose de esta regla los de rebelión, sedición, atentado y
desórdenes públicos, respecto á los cuales serán juzgados por la
jurisdicción militar. Esto no obstante, los patronos tendrán derecho á
que la autoridad gubernativa les preste su auxilio contra los
patrocinados que perturben el régimen del trabajo, cuando su acción no
fuere suficiente para impedirlo, pudiendo aquélla, á la tercera
reclamación justificada, obligar al patrocinado á trabajar en las obras
públicas por el período que fije el reglamento, según los casos, dentro
del tiempo que reste para la extinción del patronato. Si el patrocinado
reincidiere después de haber sido destinado una vez al servicio
expresado, lo abandonase ó perturbase gravemente el orden del mismo,
podrá el gobernador general, dando cuenta razonada al Gobierno, ordenar
que se le traslade á las islas españolas de la costa de África, donde
permanecerá sujeto al régimen de vigilancia que fijare el reglamento.
Art. 17.
El reglamento á que se refiere esta ley se formará por el gobernador
general de la isla, oyendo al arzobispo de Santiago de Cuba y al obispo
de la Habana, á la Audiencia de esta última y al Consejo de
Administración, dentro de los sesenta días de recibida aquélla, y al
cumplirse este plazo improrrogable publicará y planteará simultáneamente
dicha autoridad la ley y el reglamento, sin perjuicio de remitirlo por
el primer correo á la aprobación del Gobierno, que resolverá
definitivamente lo que corresponda en el plazo de un mes, previa
audiencia del Consejo de Estado.
Art. 18.
Quedan derogadas todas las leyes, reglamentos y disposiciones que se
opongan á la presente ley, sin perjuicio de los derechos ya adquiridos
por los esclavos y libertos conforme á la de 4 de Julio de 1870, en todo
lo que no esté expresamente modificado por los artículos anteriores.
Por tanto:
mandamos,.....
Dado en
Palacio á 13 de Febrero de 1880.
-Yo el Rey.-
El Ministro de Ultramar, José Elduayen."
[Adaptación autorizada de la
edición digital de
Luis M. Iriarte, publicada en su página de Internet
Los documentos de Puerto Rico
<http://www.fortunecity.com/victorian/churchmews/1216/1898.htm>]
© José Luis Gómez-Martínez
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